León a las puertas de la Capitalidad Española de la Gastronomía
Esta semana vamos ha hablar de la ciudad candidata para ser la Capital Española de Gastronomía en el 2018. Un sitio del que todo el mundo viene encantada es León.
Para empezar nuestra visita, como en cualquier pueblo de Castilla, lo mejor es empezar por el casco viejo, no es por capricho sino por que normalmente en estas ciudades es donde se guarda y esta el encanto de la cuidad, además de su historia. En medio de sus estrechas callejuelas nos topamos con la catedral de León, una catedral gótica con una vidrieras dignas, o las fabulosa escultura que sobre todo a la entrada y laterales vamos a poder ver. La vez que la visité, salvando un poco las distancias, me recordó a la de Burgos, por sus techos altos y su estructura de fuera, pero eso sí, un poco más estrecha y pequeña.
Una vez visitada, podemos empezar una pequeña ruta por los alrededor, el llamado barrio húmedo, donde lo que sobran son bares y terrazas, muchos de ellos todavía conservan la esencia de bares históricos, camareros con chaleco y pajarita, tan llamativo para nosotros en estos momentos, pero a su vez tan elegante y profesional.
Aquí vamos a poder, si queréis, hacer una buena ruta de pinchos o mejor dicho de tapas, porque como en muchas ciudades de Castilla, la tapa es gratis.
Nos vamos a poder tomar un buen vinito de la denominación del Bierzo, con una tapita hecha de los productos más importantes que tienen, como es la cecina (con un poquito de aceite en una tosta, sal y pimienta), todo un lujo.
Para comer hay muchísimos restaurantes tradicionales. Yo al que fui es el Vivaldi, dentro del museo de arte contemporáneo. Restaurante de corte moderno, posee una interesante carta de vinos. Para comer, como no, la cecina. También estaba bien una ensalada de Foie con vinagreta de mostaza y miel. De segundo buenas carrilleras y buen cochinillo.
Para bajar, vamos a tomarnos un buen gin tonic, cerca esta la plaza Mayor con grandes terrazas si el tiempo lo permite para disfrutar de la copa. Muy cerca también se encuentra la plaza de Grano, donde esta el albergue de los peregrinos, es una plaza de corte medieval, con cierto encanto.
Para dormir os recomiendo el parador de León, todo un descubrimiento, según la historia fue un hospital, una cárcel donde estuvo Quevedo. El sitio es espectacular, posee un patio interior fantástico. No os perdáis el desayuno, ya no comes durante todo el día.