Zaragoza: La ciudad romana del siglo XXI
Esta semana nos vamos a una de esas ciudades que tiene de todo y mucho más dentro de una semana que empiezan unas fiestas patronales de lo más interesante donde se junta la tradición y la gastronomía.
Estamos hablando de la ciudad de Zaragoza, una ciudad muy bien conectada desde el País Vasco con una autopista bastante buena.
Con más de 700.000 habitantes nos encontramos una ciudad que después de la Expo del 2008 cambió radicalmente hacia una ciudad moderna y adecuada a este siglo XXI pero sin olvidarnos el encanto que tiene su casco antiguo con todo calles peatonales y amplias avenidas.
Se puede empezar a conocer la ciudad por su origen, la Cesaraugusta romana, de la cual todavía se conservan vestigios de la murallas y tesoros que se guardan en los distintos museos romanos que nos encontramos en la ciudad. Son el Museo del Teatro, el del Foro, el del Puerto Fluvial y el de Las Termas Públicas.

Muy cerca de estas termas está el símbolo de la cuidad, o como decimos nosotros, su postal. La Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en una bonita plaza nos encontramos este templo con sus cuatro torres, por fuera impresiona pero más por dentro. Evidentemente la horma Ion a donde está la imagen de la Virgen del Pilar es lo más llamativo, pero las diferentes capillas que hay o las pinturas de gente tan importante como Goya son dignas de ver.
Hay otras iglesias importantes en Zaragoza, la verdad es que muchas como la de San Pablo, Santa Engracia o La Magdalena.

También nos vamos a encontrar, como no, con varios Palacios con mucha historia tanto por el edificio como por las familias que allí vivieron. Los Palacios de los Condes de Argillo y de los Luna, la Real Maestranza de Caballería o el Torreón de la Zuda son lugares para visitar si o si. Otro que está muy bien y es un Palacio Musumán es la Aljafería. Está considerado patrimonio de la humanidad y donde destaca dentro su fabuloso salón de tronos.
De museos, aparte de los comentados antes, yo creo que el Museo de Goya merece la pena visitarlo.
Todo esto está en la zona centro, un lujo para andar si no sopla el viento porque sino suele ser molesto. Callejear por las calles paralelas a la Basílica del Pilar y meterte en los bares típicos de Zaragoza es una de las cosas que más me gustas.
Cuando en la introducción os he comentado que la ciudad cambio después de la Expo, fue porque se estiró mucho y los edificios que se construyeron se han quedado muchos de ellos para uso de instituciones o particulares, lo cual hace que el extrarradio no sea tan fantasma como en otros lugares que se han quedado vacíos varios edificios.
Para comer os recomiendo a mi Amigo Boldova con su restaurante el Novodabo, o El Chalet, un restaurante que nunca falla.
Para dormir, si queréis un capricho, el Palafox es un súper lugar que esta en el casco antiguo, muy bien tanto la decoración, las instalaciones y el servicio. Hay otro lugar que está paralelo a la Basílica del Pilar, un hostal o un hotel de pocas estrellas pero que merece la pena como es el Hotel Ramiro, que si buscamos algo más económico os lo recomiendo.