Bebemos menos agua de la recomendada.
El 75% de la población vasca adulta bebe menos de ocho vasos de agua al día. Así lo revela un estudio realizado por Servirreiner, empresa vasca distribuidora de agua y bebidas saludables, que indica que la mayoría de la población consume agua por debajo de las cantidades recomendadas.
El agua es una bebida natural sin calorías y es esencial para el desarrollo saludable de la vida; ayuda a limpiar nuestro organismo como nuestra piel, riñones, etc. La composición del cuerpo humano contiene desde un 55% y hasta un 78% de agua dependiendo de la complexión de cada persona. Por eso y más, es tan importante tomar agua. Mediante su consumo reponemos el agua de nuestro cuerpo, hidratándolo y mejorando las condiciones de nuestra salud.
Según el estudio de Servirreiner, las mujeres de entre 30 y 50 años beben una media de 7,3 vasos de agua al día frente a los 7,5 vasos de agua que beben los hombres de la misma franja de edad. Por su parte, las mujeres mayores de 50 años beben 7,1 vasos al día y los hombres de la misma edad, 5,2. No obstante, mientras el 66% de las mujeres considera que debería beber más agua, ese porcentaje baja hasta el 40% en el caso de los hombres. De hecho, 6 de cada 10 consideran que su consumo de agua es suficiente. Tanto hombres como mujeres confiesan distribuir su consumo de agua a lo largo de todo el día y aumentar o disminuir el mismo en función de la estación del año. En lo que ambos coinciden es en la relación entre consumo de agua y salud. Tres de cada cuatro personas encuestadas considera que las personas que beben mucha agua están más sanas.
Con respecto al tipo de agua, el 40% consume solo agua del grifo frente al 60% que combinan su consumo con agua mineral. Estas cifras aumentan en el caso de los hombres, ya que el 75% combina el consumo de agua mineral y del grifo, frete al 25% que bebe solo agua del grifo. Con respecto a sus hijos, el 90% reconoce haberles dado solo agua mineral hasta los 12 meses, el porcentaje que baja hasta el 55% en los bebés de 24 meses. A partir de los dos años, la mayoría dice consumir agua tanto mineral como del grifo.
Diferencias entre el agua mineral natural y del grifo
Existen importantes diferencias entre el agua mineral natural y el agua del grifo que las convierte en dos productos totalmente distintos.
Además de que la legislación que rige a una y otra es diferente, la principal diferencia a tener en cuenta es que el agua mineral es sana desde su origen, por lo que no necesita ningún tipo de tratamiento químico ni micro-biológico para su consumo, mientras que el agua corriente debe someterse obligatoriamente a tratamientos de desinfección para garantizar su seguridad alimentaria.
Por definición, el agua mineral es un alimento. Es el más puro alimento con el que podemos nutrir nuestro cuerpo, hidratarlo y proveerlo de sales y minerales que se encuentran disueltos en el agua mineral por naturaleza.
Cada agua mineral tiene una composición química determinada por las características geológicas del entorno subterráneo de donde proviene, dando lugar a su huella genética que dependerá básicamente del tiempo que transcurre mineralizándose en los estratos de roca del subsuelo y la naturaleza de estos, de la temperatura de afloramiento y de las garantías de confinamiento del manantial.
Mientras el agua del grifo tiene una composición variable, una de las ventajas fundamentales del agua mineral natural es su composición en minerales constante en el tiempo y sus beneficios para la salud.
El agua mineral natural tiene la ventaja de proporcionarnos adicionalmente ciertos nutrientes (minerales y oligoelementos) sin aportar calorías a nuestra alimentación.