¿Qué comen los vascos después de hacer deporte?
¿Tienen los mismos requerimientos nutricionales una persona que realiza ejercicio físico que una que no hace deporte? Aunque la respuesta parece obvia, el 67% de los vascos no tiene en cuenta la nutrición a la hora de practicar ejercicio físico, según datos del XII Panel de Hábitos Saludables de Herbalife Nutrición. De hecho, la mitad de los vascos confiesa comer como de costumbre y no realizar ningún tipo de ajuste en su dieta aunque practiquen deporte. Además de una buena nutrición, la actividad física es esencial para tener una buena salud cardiovascular en la que el colesterol elevado supone un factor de riesgo fundamental.
“El ajuste de las ingestas de nutrientes ante la realización de un ejercicio físico es fundamental para que este ejercicio produzca efectos beneficiosos e incluso para el mantenimiento de la salud”, señala el doctor Julián Álvarez. Además, según el Estudio de Nutrición y Riesgo Vascular en España (Enrica), 23 millones de españoles sobrepasan los límites recomendados de colesterol en sangre cuyo nivel máximo está establecido en 200 miligramos por centímetro cúbico. Una alimentación que no se ajusta a las necesidades nutricionales de cada persona, y más si se practica deporte, puede conllevar a un compromiso de la respuesta inmune de nuestro organismo, y puede provocar un estado de debilidad y agotamiento crónicos. El déficit de energía también puede afectar al funcionamiento cerebral, provocando un menor rendimiento a nivel cognitivo. La dieta debe ser rica y variada en micronutrientes y debe aportar las cantidades necesarias de proteínas, hidratos de carbono y grasas.

“Durante la práctica deportiva el primer riesgo de desajuste nutricional viene de una mayor necesidad de energía, es decir, se produce un mayor gasto calórico. Por otro lado, hay un mayor consumo y necesidad de algunas vitaminas y minerales, que deberemos reponer. Mantener ese equilibrio nutricional y un correcto aporte de líquidos durante las sesiones de ejercicio físico es necesario para garantizar un rendimiento óptimo en el día a día”, añade el doctor. “Las necesidades nutricionales de una persona que hace deporte son diferentes de las necesidades de una persona que no realiza ejercicio físico. Llevar un plan nutricional acorde con la actividad física que vayamos a desempeñar es esencial si queremos disfrutar de los beneficios de la práctica deportiva y mejorar nuestra salud, nuestra calidad de vida y nuestra salud cardiovascular. Por el contrario, si no ingerimos los nutrientes necesarios corremos el riesgo de llevar a nuestro organismo a un estado de fatiga que puede poner en riesgo nuestra salud y bienestar”, matiza el doctor.
La combinación de la práctica deportiva con una dieta adecuada aporta innumerables beneficios a la salud, y de forma especial a la salud cardiovascular. No obstante, el 51% de vascos asegura que sigue alimentándose como de costumbre sin tener en cuenta el deporte que practica. Solo el 22% de los vascos afirma que trata de comer en consonancia con el nivel de actividad física que realiza y un 11% lleva a cabo una dieta especial para la práctica deportiva. Mención especial merece el otro 11% de los vascos encuestados que reconoce utilizar la práctica deportiva como una excusa para comer casi cualquier alimento.
¿Qué comen los vascos después de hacer deporte?
Un 40% de los vascos no consume ningún tipo de alimento después de hacer deporte. Las opciones favoritas de los encuestados para recuperar los nutrientes perdidos después de las largas sesiones de entrenamientos son una pieza de fruta (22%), las bebidas isotónicas (18%) o algo ligero (13%) para no recuperar las calorías quemadas durante el entrenamiento. Por otro lado, también se combina la práctica deportiva con suplementos nutricionales (2%) y los snacks como barritas energéticas (2%). Solo otro 2% ingiere una comida rica en nutrientes después de hacer deporte.
Elegir los alimentos adecuados para consumir después de la realización de ejercicio físico es clave si queremos obtener los beneficios para la salud derivados de esta práctica. De la misma manera que una alimentación equilibrada es clave para mantener unos niveles óptimos de colesterol en sangre. En este sentido debemos evitar los alimentos procesados y altos en grasas saturadas si queremos cuidar la salud de nuestro corazón.
También podemos apoyarnos en los avances de la ciencia y consumir algún tipo de suplemento nutricional como Beta heart de Herbalife Nutrición que nos ayude a lograr el mismo objetivo. Beta heart es un producto de sabor a vainilla cuyo ingrediente principal es el salvado de avena, con una elevada concentración de betaglucano, y se incluye en el Programa de Alimentación y Salud de la Fundación Española del Corazón[1]. Este tipo especial de fibra denominado betaglucano, se asocia con la reducción de los niveles de colesterol en sangre[2]. Los análisis combinados de un estudio[3] sobre los efectos del betaglucano de avena sobre los niveles de colesterol publicado en el British Journal of Nutrition demostraron que el betaglucano de avena tiene un efecto reductor de los niveles de colesterol y que, por tanto, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
[1] La enfermedad coronaria tiene múltiples factores de riesgo y alterar uno de estos factores de riesgo puede o no tener un efecto beneficioso. Si tienes unas condiciones dietéticas especiales o padeces alguna enfermedad, debes consultar a un profesional de la salud. La Fundación Española del Corazón recomienda seguir una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida saludable
[2] Se ha demostrado que el betaglucano de avena disminuye/reduce el colesterol sanguíneo. Una tasa elevada de colesterol constituye un factor de riesgo en el desarrollo de cardiopatías coronarias. Los betaglucanos contribuyen a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo. El efecto beneficioso se obtiene con una ingesta diaria de 3 g de betaglucano de avena
[3] VVAA, The effect of oat betaglucan on LDL-cholesterol, non-HDL-cholesterol apob for CVD risk reduction: a systematic review and meta-analysis of randomized-controlled trials, British Journal of Nutrition, p. 1-14, Jul 2016